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miércoles, 6 de octubre de 2021

Refugio de animales en La Victoria pide ayuda de urgencia!

La organización Ecoportal Dominicano, protectora del refugio, pide la colaboración para la construcción de un pozo filtrante.


Un bloqueo del desagüe en el refugio, por labores realizadas del Ministerio de Obras Publicas, ha causado inundaciones que han provocado la muerte de cuatro perros y otros 26 están enfermos. 



Con mas de15 años de creado el Refugio, se realizan grandes campañas de vacunación, deparacitación, medicamentos, comidas, cuidados clínicos... Realizando charlas de tenencias responsables de Mascotas, y sirviendo de hospital para algunas personas que llevan animales enfermos y una vez recuperados los pasan a recoger.


La Victoria, Santo Domingo Norte, RD.-
Las inundaciones causadas por el boqueo del desagüe que mantiene seco el terreno del refugio, debido a los trabajos que realiza en la comunidad el Ministerio de Obras Públicas ha causado la muerte de Cuatro perros y que otros 26 enfermen de neumonía en el refugio de animales que lidera la organización Ecoportal Dominicano.

Todos los animales que viven en el refugio ubicado en la comunidad Los Delfina del sector Los Mañones, en el distrito municipal La Victoria, están en riesgo de enfermarse o morir.

En mayo de este año, Obras Públicas inició el arreglo de las aceras de la calle La Altagracia, que pasa frente al refugio, pero las elevaron tanto que taparon el drenaje de la institución protectora de animales y ahora el lugar se inunda cada vez que llueve y esto a ocasionado que unos 72 perros y 35 gatos que habitan actualmente estén enfermos o ya fallecieran.

 
Muestra como se construyó la acera y obstruyó el desagüe

La gerente del refugio de animales Vanessa Moya Hernández, dijo que ha visitado unas 10 veces la junta del Distrito Municipal de La Victoria solicitando ayuda.
En junio le dirigieron una carta a su director, Miguel Antonio Saviñón (El gringo), en la que le informaban que las aguas de los tres solares que circundan el refugio descargan en el solar, “provocando inundaciones que llegan hasta las jaulas de los animales”.
Le explicaron que esta situación representa un peligro para la salud y vida de los animales, pues las aguas se acumulan durante mucho tiempo y provocando enfermedades.

Con la primera inundación, Moya duró 10 días encerrada en el refugio porque los vehículos no podían entrar ni salir.
“El agua salía por ahí hacia la calle, señalando un lado de la propiedad. Cuando construyeron la carretera lo subieron demasiado y el agua ya no sale, se queda aquí adentro. Tengo 26 perros enfermos de neumonía por todas esas aguas acumuladas. Se han muerto cuatro y hay otro a punto de morir”.
Una compuerta usada para que los animales no salieran a la calle cuando entraran vehículos también se la hicieron quitar.
“Pero tampoco nos dieron alternativa. Ahora es un problema porque si los perros salen y va pasando una persona puede que no le hagan nada, pero se les pueden echar encima”, comenta Moya.

Agrega que el ingeniero de Obras Públicas encargado de la obra al parecer recibió instrucciones para que les ayudara.
“Me dijo que el viceministro dio instrucciones ‘de que le resolviéramos’, cerró la llamada y más nunca apareció. A lo mejor para el viceministro ellos resolvieron, pero no han hecho nada”.
La protectora de animales teme que en cualquier momento el agua entre a la casita donde colocan a los perros durante las inundaciones y ocurra una tragedia.
“Es mucha agua. Para que salga pasan días y días. Nuestros animales están bien cuidados, están bien atendidos, gastamos lo que se necesite en medicamentos. Lo que pedimos es que nos arreglen un problema que ellos ocasionaron porque no tenemos los recursos para hacerlo”.

La propuesta más viable, dice Moya, es la que sugirió la junta del Distrito Municipal: hacer un pozo filtrante con un recolector de agua que evite las inundaciones.
“Es un área de humedales, lo normal es que siempre llueva. Hace una semana que no llueve. El agua se fue ahora, cuando caiga de nuevo estaremos con el problema, y es algo que desgasta”.


Guillermina Selman, gerente de Comunicaciones y Relaciones Públicas de Ecoportal Dominicano, pide a las autoridades que eviten que más animales enfermen y mueran para que el tema no se convierta en un escándalo internacional, con consecuencias negativas para el turismo.
“Les estamos pudiendo que por favor miren el problema. Es fácil para ellos resolverlo. Antes de iniciar los trabajos debieron hacer un estudio, analizar cómo buscar soluciones sin crear problemas”, indica Selman.

El refugio de 4,500 metros, que comenzó inicialmente con el rescate de caballos, funciona allí desde 2005.
Pese a que la ley 248-12 sobre Protección Animal y Tenencia Responsable estipula en su artículo 13 la obligación de los ayuntamientos y distritos municipales de dar asistencia económica y material a las instituciones protectoras de animales, Ecoportal Dominicano nunca ha recibido un centavo, dice Moya.
“Todos los gastos de mantenimiento son cubiertos con nuestros propios recursos, pero después del Covid-19 la situación no es la misma. Lo que solicitamos al Ministerio de Obras Públicas, al director municipal de La Victoria, es que nos ayuden. Que si ellos nos causaron el problema de las inundaciones, que nos ayuden a resolverlo”.

Apunta que la fundación no puede hacerlo porque todos los recursos que consiguen se gastan en la alimentación y los medicamentos de los animales.
Ecoportal Dominicano es una organización con diversos programas de responsabilidad social, entre ellos el refugio de animales de La Victoria.
Junto al Movimiento de Equitación de La Victoria realizan cada año el operativo de esterilización, desparasitación y vacunación de perros y gatos más grande de República Dominicana. El pasado 28 de agosto asistieron a más de 350 animales.

Mantienen el refugio con sus propios recursos y el apoyo fijo de cuatro colaboradores.  Muchos perros y gatos se los tiran por encima de la pared del refugio.  Si se puede los dan en adopción pero, como dice Moya, a la gente no le gusta adoptar a los animales callejeros.
“Esta es una comunidad muy pobre y eso es algo que el director municipal tampoco ve. La gente no tiene para pagar una veterinaria. Nosotros aquí les damos la medicina, los atendemos y les pagamos al veterinario para que atienda a los perros de la gente”.
En el país se desaprovechan las oportunidades de alianzas por la falta de interés de las autoridades, expresa Guillermina.

“Si trabajáramos de la mano, nosotros pudiéramos ayudarlos a trabajar el problema de la sobrepoblación de animales haciendo operativos puntuales, en las comunidades, de vacunación y esterilización”.
Sin embargo, tanto Moya como Selman aseguran que “aquí no hay ayuda ni de las autoridades, ni de la Fiscalía, ni del departamento de Protección Animal (de la Procuraduría General de la República)”.
La falta de recursos los limita pero no les impide seguir trabajando a favor de los animales: imparten charlas en colegios, escuelas públicas y comunidades sobre protección animal y forman parte de los programas de las 60 horas de trabajo social para estudiantes.

“Ellos vienen, pintan los espacios, les ponen comida a los animales, aprenden. Si las autoridades vieran cómo es ese trabajo... Pero estamos limitados por la falta de recursos, y que nos ocasionen este problema nos arma un verdadero lío”.
En el refugio se gastan unos 100,000 pesos mensuales en alimento y medicamentos.
En estos momentos necesitan medicinas, arroz, harina, ‘pico y pala’, hígado, sábanas, colchas, periódicos viejos, palés de madera, mallas ciclónicas y otros materiales de construcción.


Los alimentos para animales están aumentando mucho de precio, comenta Selman. Aunque usan los más económicos, les aumentan el precio continuamente y si antes podían comprar tres fundas ahora solo pueden comprar dos.
También sería de mucha ayuda la donación de un furgón viejo que serviría de veterinaria, donde especialistas y voluntarios atiendan a los animales enfermos y a los recién llegados.
Vanessa está agotada, dice Selman. Atender a tantos animales enfermos le está afectando también la salud.
“Ella es experta en planeamientos y proyectos, pudiera estar asesorando una empresa, algún proyecto grande, generando el dinero para poder tener un personal, pero si ella se va el empleado solo no puede con todo. A ella le preocupan tanto los animales que a veces se descuida como persona”.


Para realizar los aportes o colaboraciones puede dirigirse directo al refugio o llamar a los contactos de Vanessa en el teléfono 809.545.6876 o a Guillermina en el 809.415.9032.




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